Lo mismo

 

Margo Veillon. (1992). Exhausted.

Cumplir veinte años

Después de dos décadas
queda claro
que todo es igual,
lo mismo de ayer, el mismo
que amó, que se muere en un libro
con flores y hojitas secas
aplastadas en los cachetes.
La ofrenda: las manos juntas,
palmas arriba
en un entregarse por completo
a nada
sabiendo que
nada
va a pasar.
Un suspiro:
el ausente, el mismo que se ausenta
para morirse en un libro
que nadie lee
porque nadie
va a pasar
a rescatarlo de entre las páginas manchadas
de tiempo.
Un ayer que suplica
que por favor no,
que por favor,
que no haya un mañana
porque ya amé
y me muero bajo el peso de un libro
con todo lo mal, con todo lo igual
que hice.

No te quiero

Quiéreme ausente,
lejos, quiéreme en silencio
sin mirarte a los ojos cuando hablas,
con tres pastillas
en la boca,
el aliento a café
de morirse en cada sorbo
a la espera de algo
que no sucede.
Quiéreme, sucédeme,
pero quiéreme sabiendo que yo
no sucedo.
No hay nada detrás de mí
ni después de mí,
no
hay
nada.
Quiéreme dolor,
enfermedad, miseria,
pero sin boda:
quiéreme con corazón abierto
para que no se quiebre.
De lo contrario
no me quieras
porque yo tampoco te quiero.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cosas que duelen

Maricón, pero andariego

Otros dos poemas