Telarañas en la conciencia

 

William Hogarth. (1751). El callejón de la ginebra.

Soñando gusanos

¿No soñarás conmigo?
Te espero acá, en mi sueño,
lleno de hojas secas
y tierra
y hormiguitas silenciosas
que caminan sobre ti,
haciéndote cosquillas
hasta despertarte.
Ya veo.
No soñarás conmigo.
Soy un bicho asqueroso
que se retuerce en hojas secas,
tierra
y hormiguitas silenciosas.
No quiero despertar.
Yo soñaré contigo.

Pensamiento hepático

El exceso de malos pensamientos
abre una herida pequeña,
pero honda, en el abdomen.
Nada se asoma a través de ella...
si acaso sangra un poco,
si acaso ríe un poco.
Si acaso duele lo suficiente
para detenerlo todo
en un instante de disociaciones perversas.

El abdomen generalmente
lee el mundo en silencio.
¿De dónde brotan sus pensamientos?
Presionando con la mirada,
atravesando el sanguinolento camino,
se hace notorio el hígado:
retazo blando de carne
que trastorna aquello que piensa.

Todo va hacia el hígado
y todo sale de él.
Él piensa en el gatito
que caminaba en el tejado.
De mamá y papá
también hay pensamientos.
Los amigos,
el desayuno,
lo que sucedió en la madrugada.
Esos sentimientos
ansiosos, regados en el curso de las venas,
recorren el vientre en círculos
hasta ser excretados
en gases de un pasado indigesto.

A veces, el hígado piensa
en tanta basura
que las punzadas en el torso
terminan por reventarlo.
El dolor es el miedo.
Nadie debe conocer
el significado del lenguaje visceral.
La sangre, los amigos,
el gatito, papá, mamá,
la orina, los sentimientos,
la madrugada.
Todo debe permanecer oculto,
amarrado con ligamentos.
La perversión de la conciencia
se traduce en una nada
inalcanzable al resto.

Las cicatrices sonríen,
son tachones que borran 
las sentencias de las tripas.
Los abrazos,
la bondad,
el amor:
necesarios para la gestación
de malas ideas.
La realidad construye
las memorias secretas que vagan
por los cuerpos envenenados.

Curada la herida,
la perfidia fluye tranquila
entre intestinos enfermos.
Es la frágil maldad
protegida por la dulzura
de la piel que la envuelve.

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