Adolescencia y primavera

 

Pedro Pablo Rubens. (1638). El rapto de Ganímedes.

No entiendo

Las letras hablan de tu nombre,
los espejos murmuran tu reflejo
y tus fotos congelan el instante.

Te pienso y me pregunto
sobre lo que nos une:
¿el pecado, la soledad,
los miedos, el pasado?

No entiendo nada,
te busco y te digo
que te quiero.

Café y galletas

Por las mañanas te pienso,
por las mañanas te deseo,
deseo sentirte en mi paladar,
saborear tu dulzura,
también tu amargura.

Aceleras mi corazón
y me siento como un niño,
uno pequeño y enamorado
de la vida, de lo que piensas
y de lo que siento.

Quisiera ser una galleta:
sumergirme en tu piel morena,
en tus ideas enérgicas,
desmoronarme frente a ti
como la humanidad ante sus miedos.

Nuestros aromas harán un solo aroma:
olerá a alegría y juventud.
No habrá mejor combinación que la nuestra,
seremos la envidia de toda la cafetería
y tu nombre estará junto al mío en el menú.

De noche

De noche
veo el mango de atrás,
sus hojas bailan
al compás de la brisa.
Luego pienso en nosotros.

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