Lo mismo
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq4HD5TCfFg1ugy90IOZiH6Gw7RP9SUqHqaBvCWiC6o8GVuFNOexadIQoHLhvJs5WFkWd5azhMVyTGqN7Q_UPHpkgyMzEds8WgaFnWUvegpaOIB0seFU49RNiiUGGq7HJePcj-YeTzD0u-Cb0wYMEehul4rkS5kaSAgGxxxejX3HJ3Bm05wdbFLE7qcd3E/w400-h300/Exhausted,%20Margo%20Veillon,%201992.png)
Margo Veillon. (1992). Exhausted . Cumplir veinte años Después de dos décadas queda claro que todo es igual, lo mismo de ayer, el mismo que amó, que se muere en un libro con flores y hojitas secas aplastadas en los cachetes. La ofrenda: las manos juntas, palmas arriba en un entregarse por completo a nada sabiendo que nada va a pasar. Un suspiro: el ausente, el mismo que se ausenta para morirse en un libro que nadie lee porque nadie va a pasar a rescatarlo de entre las páginas manchadas de tiempo. Un ayer que suplica que por favor no, que por favor, que no haya un mañana porque ya amé y me muero bajo el peso de un libro con todo lo mal, con todo lo igual que hice. No te quiero Quiéreme ausente, lejos, quiéreme en silencio sin mirarte a los ojos cuando hablas, con tres pastillas en la boca, el aliento a café de morirse en cada sorbo a la espera de algo que no sucede. Quiéreme, sucédeme, pero quiéreme sabiendo que yo no sucedo. No hay nada detrás de mí ni después de mí, no hay nada. Qui