Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2022

Pantoja

Imagen
  Verás que todo es mentira,  verás que nada es amor Enrique Santos Discépolo. (1930).  Yira, Yira .     A l mediodía Pantoja salió de una ferretería. La luz del sol tocaba con recelo su rostro apagado. Pantoja guardó en el bolsillo de su bermuda su compra: una cajita amarilla de "Racumín", el mejor de los raticidas. Su mujer por la madrugada le había reclamado que la mortadela para el desayuno estaba con marcas pequeñas de dientes; seguramente por ratas que venían del caño cercano a su hogar. Después de guardar el veneno, subió a su motocarro y tomó rumbo a casa.     Pantoja despertó, como es habitual, a las 4:00 a. m. La cuna de su hijo estaba al otro extremo de la habitación. El bebé llevaba ya unas semanas enfermo de erupciones en la piel que lo hacían llorar. La mujer de Pantoja, malhumorada por el ruido del niño, le pidió que fuera a la cuna y lo atendiera, y que preparara y sirviera el tinto para el desayuno, y que le llevara a ella unos cigarrillos. Pantoja tomó al be

Herética erótica

Imagen
Takato Yamamoto. (2004). Angel funeral . Autorretrato     Amo amo mi cuerpo mío. Mi cuerpo tocado. Amo cuando es mirado, saboreado. Mi cuerpo de carne de páginas amarillas. Amo mi cuerpo de brazos angostos. Mi cuerpo de labios besados. Amo mi cuerpo y sus piernas regordetas y sus uñas horribles y mi cuerpo de abdomen eyaculado y mi cuerpo desnalgado. Amo mi cuerpo de acento confuso. Mi cuerpo olvidado, escupido y abandonado. Mi cuerpo siempre feliz. Amo amo mi cuerpo, amo mi cuerpo amado. Lentes sucios: yo pecador     Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, ¡por mi gran culpa! Y mi lengua que todo lo encuentra para azotar al lenguaje con perversidades. Y mis ojos sinvergüenzas que aparentan inocencia cuando están frente a otros ojos. Por las cosas que finjo no querer escuchar, pero cedo a la tentación de oír cada blasfemia. Por eso ruego a santa María siempre virgen, y a los á